jueves, 11 de agosto de 2011

Google, primera compañía en admitir la entrega de datos de sus usuarios europeos a la CIA


En el mes de julio Microsoft fue la primera de las compañías que avisó de la situación actual. En ese momento reveló que el gobierno de Estados Unidos y sus agencias de inteligencia podrían acceder a los datos alojados en la nube de las compañías norteamericanas que operaran en Europa. Los datos privados de cualquier usuario podrían ser “consultados” en cualquier momento sin necesidad de que los individuos sean avisados. Pues bien, pasado un mes, Google es la primera compañía en admitir que ha estado entregando los datos de sus usuarios europeos a las agencias de inteligencia del país. La razón, la conocida como USA Patriot Act.
Lo que tenemos delante es un caso de choque de leyes entre las que se rigen en la propia Unión Europea y las de Estados Unidos. Patriot Act se impone para todas las compañías con base en Estados Unidos, las cuales son obligadas a actuar por encima de las leyes europeas aún trabajando en el territorio. La ley impuesta en Estados Unidos da derecho a las agencias a pedir y tener acceso a cualquier dato personal de las empresas, las cuales están obligadas a ceder y no revelar a los usuarios la entrega de estos datos. Se trata de una controvertida ley que se estableció como herramienta para luchar contra el terrorismo, ahora traspasado al mapa digital.
Tras la revelación de Microsoft de una situación que “se podría dar”, ahora es Google la primera empresa norteamericana que admite esta entrega de datos, una entrega sin autorización ni aviso a los usuarios europeos amparándose en el cumplimiento de las peticiones que le hacían las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
¿Y qué dice la Unión Europea de todo esto? Aunque aún no se han manifestado, es muy probable que exista una violación de los términos de las leyes del continente en cuánto a la protección de datos, por lo que la probabilidad de que se abra una investigación oficial es alta. En el caso de las empresas con base en Estados Unidos y operando con sus centro de datos en Europa (Microsoft, Google, Amazon… ) se encuentran en una situación complicada. Se deben a las leyes de su país, pero trabajan en territorio donde sus términos de servicios deben modificarse.
Difícil imaginar que la Unión Europea no tome cartas en el asunto ya que la legislación exige a las empresas a proteger la información personal de los ciudadanos de la Unión.

lunes, 8 de agosto de 2011

A la policía se le acaba el chollo de las mentiras sin réplica, del anonimato, de las cloacas invisibles.


Durante más de setenta años, la tortura, los malos tratos, las detenciones ilegales, los abusos, las vejaciones y las agresiones brutales a manifestantes pacíficos han sido prácticas sistemáticas e impunes (es decir, sistémicas) en el Estado español, con la abyecta complicidad de jueces, políticos y medios de comunicación. Y esto no lo dicen los simpatizantes de ETA: lo dicen, entre otros, Amnistía Internacional, los relatores de la ONU y el medio centenar de organizaciones integradas en la Coordinadora para la Prevención de la Tortura.
Pero se les acaba el chollo, se les ha acabado ya. Hace solo diez años, la mayoría de la población creía que la tortura se había terminado con la supuesta transición a la democracia; hoy solo la niegan los necios y los canallas. Los medios alternativos y las redes sociales difunden en tiempo real la información veraz, esa que los discípulos de Goebbels intentan sustituir por una gran mentira mil veces repetida. Es imposible evitar que circulen las fotografías y los vídeos de la brutalidad policial cuando en cada teléfono móvil hay una cámara y un transmisor, cuando cada ordenador puede convertirse en una potente unidad emisora-receptora. Dont’ hate the media, become the media (no odies a los medios, conviértete en los medios), dicen los antisistema británicos, y la consigna ya es un hecho.
Ansuátegui era tan zafio como Carrión (por no hablar de Rubalcaba, que, ¿alguien lo duda?, sigue siendo el ministro de Interior); pero aquel aún tenía algunas posibilidades de que sus mentiras fueran creídas, mientras que los penosos balbuceos de esta son instantáneamente desmentidos por los cientos de imágenes y testimonios que circulan por la red.
Ahora todo el mundo sabe que hace falta una docena de antidisturbios para reducir a un periodista (lo cual da idea de la valía -y valentía- relativa de ambos oficios). Todo el mundo puede comprobar en vivo, y a veces incluso en directo, la bravura y eficacia de los agentes del orden. “Dos contra uno, mierda para cada uno”, dicta la justicia popular. Cuando son doce contra uno, sobra la sentencia, pues los doce la mierda ya la llevan puesta. Y a la vista de todos, aunque intenten esconderla debajo de los cascos.

lunes, 1 de agosto de 2011

Banca Cívica obtiene beneficios con la ocupación de Palestina

 
Banca Cívica es socia mayoritaria de Oesía Networks, inversionista de Tecnobit. Tecnobit mantiene una estrecha colaboración con la empresa de armamento israelí Rafael Advanced Defense Systems entre otras.  La Plataforma se une así a la campaña iniciada por varias ONGs que piden a Banca Cívica que se desvincule de la industria de la guerra.

Burgos, 1 de agosto de 2011. 
Estas semanas ha sido noticia la petición a Banca Cívica, del Director General de Caja Navarra Enrique Goñi, para que salga al rescate de Oesía Networks, como recoge el portal INFODEFENSA.
Oesia Networks es inversionista de Tecnobit, empresa productora de tecnología con fines bélicos. Esta tecnología es distribuida a distintas multinacionales armamentísticas, como Lockheed Martin (estadounidense) o Rafael Advanced Defense Systems (israelí).

La ciudadanía de Burgos tiene una especial responsabilidad con las actuaciones de la entidad de nueva creación Banca Cívica, ya que Caja de Burgos es una de sus principales componentes.
La campaña iniciada por varias ONGs, de petición a Banca Cívica que no colabore con la industria armamentística, lleva un año en vigor. La Plataforma Solidaria con Palestina de Burgos se suma a esta campaña de denuncia.  No entendemos que por una parte, esta entidad bancaria mantenga unos supuestos fines solidarios, y por otra, esté contribuyendo y beneficiándose con la industria de la guerra. 

Esta petición se inscribe además en la campaña Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel. A la participación en la industria de la guerra, se une la colaboración con una empresa armamentística israelí, que proporciona armamento al Ejército de Israel, que es utilizado contra la población civil palestina.
Desde la Plataforma Solidaria con Palestina de Burgos, solicitamos que no se colabore con la ocupación y genocidio del pueblo palestino, que se viene dando en los últimos 60 años.
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